El libro editado por Capital Intelectual, recoge entrevistas y ponencias realizadas por Chomsky en el periodo comprendido entre 1976 y 2004. En mi opinión, la organización interna de algunos de los capítulos no es la más acertada y resulta un tanto confusa, dificultando la lectura en ocasiones, si bien no impide seguir el hilo de la argumentación la mayoría de las veces.
Aquellos que esperen encontrar un texto introductorio al anarquismo o una exposición Chomskiana del mismo tal vez queden un poco frustrados tras la lectura, puesto que, si bien todos los textos compendiados en el volumen hacen referencia en una u otra medida a temas libertarios, no constituyen en medida alguna una elaboración teórica detallada.
Básicamente porque Chomsky reniega de esta aproximación haciendo gala de su habitual humildad y pragmatismo: "No podría decirles [... a los teóricos del anarquismo] que está mal. Tal vez sea correcto para ellos, pero no para mí.[...] No podemos imaginar qué problemas surgirán a menos que los vivamos."
Comunismo, capitalismo, intelectualismo y demás "ismos" coercitivos, son criticados y desarticulados poniendo de manifiesto su carácter totalitario mediante una especie de juego mayéutico con el lector. Aunque es cierto que determinados pasajes me han resultado más arduos -básicamente por mi desconocimiento de la historia referenciada para contextualizar la argumentación-, se trata en su conjunto de textos accesibles.
No en vano, una de las críticas más presentes en toda su obra versa sobre cómo la propaganda y los discursos artificialmente complejos son constantemente utilizados como instrumentos de poder:
"[...]Lea El Gran Inquisidor de Dostoievski, ahí está hermosamente expresado. El Gran Inquisidor cuenta que hace falta inventar misterios para que la gente no pueda entender las cosas."
Como siempre, es de agradecer la rigurosidad con que se enfrenta a las diferentes cuestiones, mostrando sin rubor su desconocimiento sobre alguna de las que se le plantean: "[...]Una vez más no soy un experto en marxismo y no tengo mucha autoridad para emitir un juicio al respecto.". Sin embargo, es precisamente en las preguntas que deja abiertas donde podemos encontrar más elementos para la reflexión y al pensador en su estado puro.
Realmente sorprendente me ha resultado la capacidad predictiva de su análisis, como queda de manifiesto en el artículo Metas e ideales (Power and Prospects, 1996), donde nos deja una de sus perlas al criticar al racionalismo económico:
"[...]En su ya conocida dualidad: disciplina de mercado para los débiles, pero asistencia del Estado guardián para proteger a los ricos y privilegiados cuando sea necesario."
Finalmente, recomendaría el libro a todos aquellos que estéis buscando una lectura crítica de la sociedad actual y la disección de los mecanismos del poder, más que a los que andéis buscando los mementos anarquistas de Chomsky, si bien no quedaréis en modo alguno defraudados con las opiniones que expresa al respecto.
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