La historia de Pat Martino bien merecería ser novelada o adaptada a la gran pantalla. Tan desconocido para la mayoría como venerado en los círculos jazzísticos, este virtuoso de la guitarra y uno de los grandes exponentes de la música moderna, posee una de las historias personales más increíbles de las que tengo conocimiento.
Nacido en Philadelphia allá por el año 1944, pronto tuvo contacto con gigantes como West Montgomery de la mano de su padre, un cantante y guitarrista de jazz habitual de los clubs locales. A la temprana edad de 12 años, y fuertemente influenciado por éste - "I have always admired my father and have wanted to impress him. As a result, it forced me to get serious with my creative powers."- decidió abandonar la escuela para dedicarse por completo a la música.
De la mano de su profesor de música Dennis Sandole, entró en contacto con otro de los grandes "monstruos" del jazz, John Coltrane -también alumno suyo-, y a los veinte años firmó su primer contrato con Prestige Records, sello bajo el cual grabó, entre otros Strings! y Desperado.
En 1976, mientras estaba de gira con el grupo de fusion "Joyous Lake"se le diagnosticó un aneurisma cerebral que le obligó a someterse a cirugía tras informarle de que su situación podría ser terminal.
"... Cuando los efectos de la anestesia habían pasado, Pat Martino miró confuso a sus padres y doctores, e intentó ensamblar cualquier recuerdo de su vida. Después de las operaciones, no podría recordar casi nada. Apenas reconoció a sus padres, y no tenía nada en su memoria sobre su guitarra y su carrera."
En los años siguientes, Martino consiguió una recuperación notable. Con el estudio intensivo de sus propias grabaciones históricas, y con ayuda de la informática, Pat trabajó para recuperar su memoria perdida y volver a formarse en su instrumento.
En 1987 reapareció en Nueva York y lanzó su nuevo trabajo, titulado The Return.
Podéis encontrar más información y algunas entrevistas con él en:
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