sábado, 11 de febrero de 2012

Nos mean y dicen que llueve...

Creo que es imposible describir mejor y más sucintamente lo que sucede en este país. No se si me deja más atónito lo que pasa, lo que nos cuentan que pasa o cómo nos cuentan lo que pasa. El de ayer fue uno de esos días que vale la pena marcar en el calendario para cuando, de aquí un tiempo nos preguntemos "¿Cómo es posible que hayamos llegado aquí?" podamos echar la vista atrás, acudir a las hemerotecas y preguntarnos qué hicimos cuando estas cosas se gestaban.

Pero vayamos por partes.

En primer lugar, "La reforma laboral".


No voy a entrar a desgranar los puntos básicos de la misma, puesto que se han explicado en multitud de sitios de la red. Podéis leer resúmenes , "traducciones" y especiales.

Tampoco voy a entrar a valorar las mentiras, y gordas  (y no me refiero a la película) de Rajoy cuando decía que no iba a subir los impuestos para después firmar los mayores recortes de la historia y una subida de la presión fiscal de órdago. Tampoco su Marxismo (de Groucho) al afirmar que tras "haberlos subido suficientemente" no lo hará más pero que nada es para siempre.

Hoy simplemente me gustaría preguntarle a los padres, a esos votantes del PP que de buena fe confiaron en su palabra, si se sienten engañados o por el contrario están satisfechos al comprobar lo que hace el partido de los trabajadores, como lo definió Dolores, con éstos. O si se sienten orgullos de que sus hijos vayan a tener menos derechos de los que ellos han disfrutado (y por los que sus padres, a su vez, lucharon). 

Seguramente alguno todavía tendrá dudas y pensará que todo es culpa de la herencia que el PSOE nos ha dejado. Para salir de éstas, si no fuese demasiado abusar, me gustaría que hicieran un último ejercicio de reflexión, y que sinceramente dedicaran unos segundos a pensar en el contenido de la última alocución de Rajoy en el congreso, en la que reconocía que el paro subirá en el 2012.

Ahora, que imaginaran por un instante qué pensarían si alguien les dijera que para solucionar los problemas de sobrepeso de sus hijos lo mejor es alimentarlos a base de bollos y dulces (Probablemente que estarían escuchando a un loco). 

Para acabar la analogía, que se interrogasen finalmente acerca de qué opinión les merece alguien que propone solucionar el problema del desempleo de sus hijos (los mimos de los que tan orgullosos se sienten por haber estudiado tanto) abaratando el despido. O precarizar más su situación cuando finalmente accedan a un contrato permitiendo que estén un año en período de pruebas para después poder ser despedidos gratuitamente sin necesidad de justificación alguna.

Que se preguntasen, al cabo, si esto es lo que desean para sus hijos.

En segundo lugar "La igualdad ante la ley".

A cualquiera de nosotros, aunque como yo seamos legos en derecho, nos suena la cantinela de que todos somos iguales ante la ley. Esta afirmación se fundamenta en lo que se conoce como principio de igualdad:

El principio de igualdad ante la ley es el que establece que todos los seres humanos son iguales ante la ley, sin que existan privilegios ni prerrogativas de sangre o títulos nobiliarios. Es un principio esencial de la democracia. El principio de igualdad ante la ley es incompatible con sistemas legales de dominación como la esclavitud, la servidumbre o el colonialismo.

Particularmente, en España, el Artículo 14 de la Constitución recoge:
Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquiera otra condición o circunstancia personal o social.


Pues bien, ayer, Gabriela Bravo, portavoz del Consejo General del Poder Judicial, se descuelga y nos revela que "No todos los imputados son iguales", justificando así que el yernísimo Urdangarín no tenga que pasar el trago de acudir caminando a los juzgados así como que su declaración no pueda sea grabada sino transcrita.  

Ahí es nada.


En tercer lugar, y acabo, "La Tesis de Camps".

No, no es que se haya sentido ninguneado al escuchar la declaración anterior, ni discriminado, ni avergonzado porque todos hayamos visto su comportamiento en el juicio, o porque estemos sufriendo la bancarrota de su gestión o seamos el hazmerreír del país por los casos de corrupción que bajo su mandato y en su partido se han producido. Camps, inefable Camps, obtuvo ayer un sobresaliente Cum Laude con su tesis sobre "La reforma electoral y la regeneración democrática"

Ver para creer. 

O como he titulado en honor al maestro Galeano, nos mean y dicen que llueve.






1 comentario:

  1. A ver si de una vez por todas, gracias a esta maravillosa reforma, conforme siga aumentando el número de parados, que se vayan con una mano delante y otra detrás, solo con una patada en el culo, la gente empieza a reaccionar y a darse cuenta de los derechos adquiridos que nos están robando.
    Creo que la gente seguirá sin reaccionar y sin ser críticos ante lo que nos cuentan hasta que no les afecte personalmente...hasta que no se peguen contra el muro, no lo verán...

    Yo espero que la gente tenga en buena estima a sus abuelos y/o padres y no permita que todo por lo que lucharon en su momento, todas las luchas sociales que llevaron a cabo, se queden en nada. Imaginate a tu abuelo, echando la vista atrás y pensando.. "si hay que ir se va...pero ir pa' na' es tontería"...que triste para la gente que lo vivió, ver la situación en la que nos encontramos y que solo unos poco salen a las calles a defender lo que hasta ahora se había conseguido...insisto...que triste...

    Pero bueno..por mi parte, solo puedo decir que si hay que llegar hasta el muro, pues lleguemos..mientras tanto, "disfruten de lo votado"...

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